Hoy en día podemos encontrar cualquier tema plasmado en los libros. Hace años, recuerdo ver la portada de un libro, no recuerdo el título… Como decía, la portada era muy llamativa, era un arcoiris hecho con alimentos que iban desde el blanco inmaculado hasta el morado más oscuro. Y el mensaje principal que su autor o autora quería transmitir era que cada día debíamos tomar alimentos de todos los colores para estar sanos. 
Me hizo gracia aquella idea. No sé cuál era el tono del libro, pero una parte de verdad sí tenía 🙂 
Los vegetales contienen pigmentos naturales que van desde el rojo más intenso, al verde más encendido. Y lo cierto es que esos pigmentos poseen actividad metabólica dentro de nuestro organismo: son los FITOQUÍMICOS. Sustancias presentes en las plantas que sin ser nutrientes (nutrientes son las grasas, las proteínas y los hidratos de carbono), son importantes para el cuidado y funcionamiento de nuestro cuerpo. 
Se me ha ocurrido diferenciar cuatro colores de alimentos: los blancos, los rojos, los naranjas y los verdes.

Alimentos blancos
Chirimoya, pera y melón, cebolla, ajo y puerro poseen un gran valor para nuestra salud. Entre otros, aportan, POTASIO (que regula el líquido del organismo, interviene en la contracción muscular y participa en la transmisión del impulso nervioso), VITAMINA C, COMPUESTOS SULFURADOS (con actividad antitumoral) y FLAVONOIDES (unos grandes antioxidantes).
Alimentos rojos
Tomates, pimiento rojo, frambuesas, fresas, sandía, cerezas, granada… 
Son ricos en ANTOCIANINAS y LICOPENO, lo que les da su color rojo característico. Ambos son dos potentes antioxidantes que nos ayudan a prevenir algunos tipos de cáncer (por ejemplo, el de próstata en el caso de los tomates) y a prevenir la oxidación natural a la que está sometido nuestro organismo diariamente. 

Alimentos naranjas
Mandarinas, caquis, zanahorias, calabaza, naranjas, melocotones… 
Son ricos en CAROTENOS y VITAMINA C.
El déficit de vitamina C puede desembocar en anemia, encías sangrantes, dificultad para la cicatrización de heridas, cabello seco, piel áspera…etc.
La vitamina C protege nuestros vasos sanguíneos, posee efecto anticancerígeno y reduce los niveles sanguíneos de cortisol: la hormona del estrés.

Los carotenos poseen actividad antioxidante, los encontramos en diversas formas y algunas de sus propiedades son: mejoran la salud ocular, la salud de la piel, nos protegen frente al cáncer de mama y de ovario, mejoran la salud pulmonar y cardíaca. 

Alimentos verdes
¡Son realmente interesantes! Verdes gracias a la clorofila y al magnesio que poseen en sus células. Además de fitoquímicos, aportan otros nutrientes muy valiosos. Vamos a ver unos cuantos: 
Aguacate, aceitunas y pistachos, aportan ÁCIDO OLEICO, que es hipotensor, ayuda a disminuir el colesterol malo y minimiza el riesgo de sufrir artritis reumatoide. 
Aguacate y aceitunas son una fuente excelente de VITAMINA E, protectora de las membranas celulares y ayuda en la formación de eritrocitos entre otras muchas funciones.
Las espinacas, judías verdes y guisantes, proporcionan FOLATOS: fundamentales para las embarazadas y la prevención de distintos tipos de cáncer. Previenen la patología cardiovascular y son positivos para la menopausia, pues incrementan la cantidad de estrógenos naturales. 
Estos alimentos también son ricos en HIERRO, fundamental para la creación de hemoglobina por parte de nuestro organismo, previene la fatiga y ayuda al control del tiroides. 
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