Menudo título he escogido, alubias feas y cocina real. Y es que cocinar no es muy bonito… Al menos yo la monto parda en la cocina casi siempre que me pongo. Y aunque es precioso e inspirador ver fotos de recetas bonitas y de cocinas de ensueño, mi realidad es esta…
– Ahora cocino con un pequeñín a mis piernas o espalda, como en la imagen.
– Hay trozos de alimentos por cada rincón.
– Se me ensucian las gafas.
– Se me va el agua de cocción si me despisto.
– A veces hasta se me “churruscan” algunos guisos…
– Y una cosa que me da mucha rabia: imagino una receta, me pongo a prepararla pensando en que vais a verla, la quiero dejar bonita, que quede rica, que sea saludable. Y consigo todo menos que quede bonita, porque madre mía QUE FEAS ME QUEDARON ESAS POBRES ALUBIAS, jajaja!
Y estaban buenísimas, palabra. Pero las pobrecitas no quedaron muy agraciadas.
Así que siguiendo la estela de “fotos feas”, LA RECETA DE HOY ES FEA. Pero riquísima.Y saludable a más no poder. Es comida real.
ALUBIAS FEAS PERO BUENÍSIMAS
Ingredientes para una comida:
– 60 g de alubias crudas ablandadas la noche anterior. Yo usé la variedad canela.
– 250 g de verduritas variadas: zanahoria, puerro, hinojo y apio
– Aceite de oliva: 1 cda de postre
– Especias a tu gusto: comino, pimienta negra y orégano
Elaboración:
1. Trocea muy finitas las verduras, yo usé un robot de cocina sencillo. Así Lucas las come mucho mejor.
2. Rehógalas en el aceite indicado a fuego medio-bajo.
3. Añade tus especias favoritas: el toque de comino y orégano les otorga un sabor tradicional que parece que te abraza desde dentro 😉
4. Añade las alubias, cubre con agua y pon un poquito de sal.
5. Deja cocer el tiempo necesario (en mi olla fueron 11-12 minutos).
Y aunque queden feas, ya verás qué buenas están. Y de un día para otro, todavía más ricas.
Y sí, de verdad que sí: recetas como esta te ayudarán a adelgazar. Y si no que se lo pregunten a cualquiera de nuestros pacientes, que están encantados comiendo tan tradicional pero tan sencillo 😀
Si quieres que te ayudemos, escríbenos y cuéntanos cuál es tu situación. Podemos tratarte en la clínica de Salamanca o mediante el servicio de nutricionista online. Puedes contactar con nosotros, aquí.
No te preocupes por el “desastre” en tu cocina. Eso es lo que pasa cuando una cocina comida de verdad.
Y tu niño crecerá más pronto de lo que crees y ya no tendrás que llevarlo a cuestas.
Y tener una madre (o un padre) que cocine de verdad no tiene precio.
Seguro que tu hijo aprecia el valor de esas alubias “feas” cuando sea mayor y te quiere más por eso.
Paca, jo, me has emocionado muchísimo. Es que he pensado directamente en mi madre, y en las horas que pasaba en la cocina cuando éramos niñas mi hermana y yo. Y la de ratos que pasábamos con ella, sentadas en la encimera aprendiendo a cocinar casi sin querer… ¡Que bonita es la vida cuando solo tenemos el presente!
Muchas gracias por tu comentario, querida, un abrazo muy fuerte.
María.