Hola amigos, hoy nos saltamos el post que teníamos previsto porque ha saltado a los periódicos, televisiones y radios del mundo entero una noticia que está causando una fuerte controversia: la OMS ha incluido las carnes procesadas en el grupo de sustancias cancerígenas para los humanos, poniéndolas al mismo nivel que el humo del tabaco, el plutonio y el aire contaminado.
Hace muchos años comer carne era sinónimo de poder, todos recordamos la imagen del rey comiendo un muslazo de pollo o mucho más cercana: la del empresario de turno celebrando con su mujer e hijos un ascenso rodeando unos suculentos chuletones. Pero las cosas en la sociedad afortunadamente cambiaron y tomar un filete de ternera o un pollo asado dejó de ser algo raro, algo que solo se hacía en las ocasiones especiales (un cumpleaños, una boda…) para convertirse en lo más natural del mundo.
Hoy en día (por muchísimos motivos) casi es más fácil comerse un filete de ternera que una manzana… Ese cambio de tendencia en nuestra dieta (más carnes, menos pescados, menos frutas y verduras…) ha marcado muy negativamente a nuestra salud: la obesidad es la gran pandemia del siglo XXI, los accidentes cardiovasculares están a la orden del día, la hipertensión, el colesterol alto…etc son algo muy cercano para cada uno de nosotros.
Un grupo de expertos de distintos países (forman la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), que es una sección la Organización Mundial de la Salud) ha confirmado ─tras examinar más de ochocientos estudios sobre el consumo de carnes rojas y procesadas en relación a algunos tipos de cáncer─ que sí existe evidencia de la relación carne roja/cáncer.
¿Cuáles son las carnes rojas y las procesadas?
Según el IARC:
Carne roja se refiere a todos los tipos de carne muscular de mamíferos, tales como la carne de res, ternera, cerdo, cordero, caballo o cabra.
Carne procesada se refiere a la carne que se ha transformado a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado u otros procesos para mejorar su sabor o su conservación. La mayoría de las carnes procesadas contienen carne de cerdo o de res, pero también pueden contener otras carnes rojas, aves, menudencias o subproductos cárnicos tales como la sangre.
Ejemplos de carnes procesadas incluyen frankfurters (perros calientes/hot dogs/salchichas), jamón, salchichas, carne en conserva (corned beef), y cecina o carne seca, así como carne en lata, y las preparaciones y salsas a base de carne.
¿Cuál es la recomendación de consumo de carne roja?
Según la OMS cuanta menos, mejor. Se recomienda máximo dos veces por semana.
En países como el nuestro casi en cada casa, casi cada día, hay al menos una ración de carne (y casi seguro al menos dos rojas muy frecuentemente: carne de ternera y carne de cerdo).
Si te encuentras reconocida/o en esa frase anterior, lo mejor que podías hacer por tu salud y la de los tuyos, sería cambiar el chip y proponerte cumplir esa recomendación: carnes rojas 2 veces por semana como mucho.
Y cosas más especiales como hamburguesas, salchichas o carnes preparadas dejarlas para ocasiones muy puntuales.
Opta por incluir más verduras y hortalizas en tus recetas. Haz que las carnes, los huevos y los pescados blancos y azules, se alternen en cada comida y cena de tu semana. Recuerda tomar legumbres y frutos secos, y, nunca evites los alimentos ricos en hidratos de carbono complejos: pasta, arroz, patata (y legumbres); estos alimentos son nuestra base de energía y no deberíamos retirarlos jamás.
Aquí tenéis un artículo muy interesante del año 2012 publicado por la Fundación Española del Corazón, hablando precisamente sobre este tema: consumo de carne roja y su relación con el cáncer. Pinchad en la imagen 🙂
Si os interesa el tema podéis ampliar la información pinchando en la imagen, accederéis al artículo completo del IARC.
Imagino que las precauciones se deben extender a todo tipo de fiambres: pavo, jamón cocido, etc. Siempre miraba con desconfianza los ingredientes de este tipo de productos al ver que, con suerte, la proporción de carne no suele superar un 70%. El restante 30% (porcentaje que normalmente es incluso mayor) seguro que no es especialmente saludable. Pero ahora que la carne tampoco parece serlo…
La OMS habla de la carne muscular de mamíferos… ¿Qué hay de la carne de pollo? ¿Aún se puede comer? ¿O me crecerán un par de tetas por comer pechuga? :S
¡Hola Pablo!
Empiezo mi respuesta riéndome por lo de la pechuga 😉
Y ahora ya, nos ponemos serios, jeje!
Es alucinante comprobar la cantidad de ingredientes que llevan los fiambres (ya sean mayoritariamente de cerdo o de pavo o pollo), en general deberíamos tirar a por los que más contenido en carne propiamente dicha contengan, menos grasas y sal añadida.
Pero la clave (además de en la ración) es que se tomen de vez en cuando, no hay que restringir el consumo de estos alimentos a cero, pero tampoco tomarlos cada semana en cantidades exageradas. Si lo compras en paquetes de unos 100-120 g que te duren una semana 🙂
En cuanto a la carne de pollo y pavo: se considera (desde el punto de vista de la cocina) que son carnes blancas, lo mismo que la de conejo, por ejemplo. Son carnes en general con menos contenido graso, algo menos de hierro, quizá menos tiernas, pero con la misma calidad de proteínas que las carnes rojas.
Si a la semana tomas 2 veces carne roja y 2 veces carne "blanca", sería estupendo.
Completa el resto de días con huevos, pescados azules y blancos y ya tendrías una buena variedad de recetas 🙂
¡Un fuerte abrazo!
Buen articulo chic@s !!!
A mi menos mal que no me afecta mucho, ya que cada vez como menos carnes, pero esta muy bien saberlo y estar estar bien informados.
Aunque tambien es verdad que al final ya no sabremos que comer con tanta contaminacion de todo !!
Ayer me entrere que hasta mi padre tambien le echa sus "polvos magicos" a las cosas de su huerto, socorro !!!!!!!!!!!!
¡Hola Mari Carmen!
Muchas gracias por tu comentario!! me ha gustado eso de los "polvos mágicos", jajaja!!
Es cierto, cada vez tenemos más dudas sobre qué llevarán las manzanas, de dónde ha venido la merluza, por qué cierto producto lleva más de 20 ingredientes… En fin, vivimos en un mundo globalizado en donde tenemos a disposición todo tipo de alimentos (unos con más transparencia que otros…).
A veces la alarma salta de una forma desmesurada: muchos medios de comunicación son expertos prendiendo mechas (y muchas veces sin fundamento…) Otras veces se crean mitos (a saber dónde está su origen…) sobre alimentos o productos, demonizándolos como si al consumirlos se nos cayeran las orejas.
Todos los alimentos y productos comercializados en nuestro país pasan una serie de controles científicos cuya finalidad es garantizar que son inocuos para la salud. Y en ello debemos confiar, recordando siempre cuáles son las recomendaciones nutricionales.
Tomar un filete de ternera una o dos veces a la semana no hará que evitemos el cáncer de colon (hay que recordar que el cáncer es "multifactorial" o sea, hay un montón de factores más que intervienen en su desarrollo) pero sí hará que tengamos un poquito menos de riesgo de padecerlo.
Y Mari Carmen, seguro que lo que tu padre saque del huerto estará riquísimo y madurado con cariño 😉 Y para nuestra salud mejor un buen pisto casero (con toda su fibra, sus vitaminas, antioxidantes…) que un chuletón. ¡¡Un abrazo!!
Mari Carmen, a mi anterior respuesta le uno este artículo, pro si te interesa 🙂
Habla la microbióloga Marta Hugas de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y literalmente dice que "nunca hemos tenido unos alimentos tan seguros": elpais.com/elpais/2015/10/27/ciencia/1445964477_057880.html ¡Es muy interesante!