¿Sabes conservar bien tus alimentos?
Antes de comenzar, es necesario saber distinguir entre alimentos que se conservan en lugar fresco y seco, alimentos que deben conservarse refrigerados y, por último, congelados. Existen más técnicas, como el salazón, el secado/deshidratación, el adobo… pero vamos a centrarnos en las que más suelen usarse.
Lugar fresco y seco:
Es muy importante tener en cuenta que la temperatura no sea muy alta y no haya mucha humedad.
Los alimentos que pueden conservarse así son las legumbres, las conservas, los productos envasados como galletas o bollería, latas, arroces, pastas…
Refrigeración:
El frío es de los procedimientos más utilizados por la industria alimentaria para prolongar la vida de los alimentos, tanto es así que también es lo más utilizado en el hogar.
Lo que ocurre con el descenso de las temperaturas es que disminuye la velocidad de las reacciones químicas responsables del deterioro de los alimentos, al mismo tiempo que disminuye la velocidad de crecimiento de los microorganismos responsables del deterioro y de las intoxicaciones alimentarias.
Normalmente la refrigeración de alimentos está indicada entre los 0 – 4 ºC
Eso sí, cada grupo de alimentos necesita una temperatura diferente, por lo que, teniendo en cuenta que los lugares más cercanos al congelador están más fríos, lo más recomendable es disponer en ese lugar las carnes, pescados, huevos, salsas y alimentos ya cocinados, mientras que las frutas, hortalizas, verduras y bebidas, en las menos frías (partes más bajas de la nevera) quedando las zonas intermedias para el resto de alimentos.
Para conservar correctamente los alimentos, también es necesario que éstos se guarden en recipientes que puedan taparse (así evitaremos contaminaciones cruzadas y traspaso de olores), eso sí, frutas y verduras; abiertas o en bolsas con agujeritos para que no haya condensación y no proliferen tan fácilmente mohos y bacterias.
Y por último, respecto al tiempo que puede mantenerse un alimento en la nevera, más o menos unos 2 ó 3 días para carnes, salsas y pescados, mientras que para el resto, no debe superar la semana.
Congelación:
La congelación impide por completo la proliferación microbiana, manteniendo estables los nutrientes y respetando, de forma aceptable, olor y sabor.
Según que alimentos sean los que se quieren conservar de esta forma, habrá diferentes tiempos, teniendo en cuenta que su vida media oscila entre los 3 meses y los 2 años.
Hay que tener en cuenta que, por ejemplo, para congelar legumbres, hay que escaldarlas antes de meterlas a congelar y los pescados hay que introducirlos en bolsitas impermeables al oxígeno y deben estar previamente eviscerados
¿Los preparas de forma correcta?
La llegada del alimento a nuestra cocina hace que necesite de una preparación previa para su consumo y que este se haga de forma segura. Para ello, debes tener en cuenta que el lavado de las manos, de las superficies a usar, utensilios de cocina y cubiertos (prestando mayor atención a los cuchillos), deben estar en unas condiciones óptimas y bien lavados.
Recuerda también, llevar siempre el pelo recogido, utilizar un delantal específico para cocinar, lavarte las manos periódicamente, así como las bayetas, trapos y tablas.
Muy importante el lavado de alimentos previo a su troceado, pelado o mezcla de ingredientes para su posterior cocción.
Ahora sí, vamos al siguiente paso:
Descongelación:
La descongelación de los alimentos debe hacerse de forma adecuada para evitar contaminaciones y proliferaciones bacterianas. Pero claro, el método de descongelación depende del alimento, así pues, verduras y hortalizas pueden descongelarse mientras se cocinan, mientras que carnes y pescados, deben hacerlo en el frigorífico dentro de un recipiente impermeable para que el líquido exudado no contacte con el resto de alimentos.
La descongelación de los alimentos debe hacerse de forma adecuada para evitar contaminaciones y proliferaciones bacterianas. Pero claro, el método de descongelación depende del alimento, así pues, verduras y hortalizas pueden descongelarse mientras se cocinan, mientras que carnes y pescados, deben hacerlo en el frigorífico dentro de un recipiente impermeable para que el líquido exudado no contacte con el resto de alimentos.
Sólo se pueden descongelar alimentos fuera del frigorífico si ya se sabe que no hay microorganismos patógenos, no tarde más de una hora y la pieza sea pequeña.
Tratamientos térmicos y sus cambios físicos y químicos:
Normalmente, solemos llamarlo cocción. La cocción es el proceso por el que ocurren transformaciones físicas y químicas en los alimentos. Tiempo y temperatura serán los encargados de sus diferentes cambios.
Normalmente, solemos llamarlo cocción. La cocción es el proceso por el que ocurren transformaciones físicas y químicas en los alimentos. Tiempo y temperatura serán los encargados de sus diferentes cambios.
Para “hacer” bien un alimento, la temperatura debe ser la misma en todo él, ya que esto es lo que garantiza la destrucción de microorganismos, poniendo especial atención en carnes y pescados, así como en la carne picada.
Por otra parte, para cocer verduras y hortalizas hay que intentar hacerlo con la menor cantidad de agua posible e intentar aprovecharla.
Por último, en la medida de lo posible, se debe evitar el recalentamiento o, como mucho, una vez y a la misma temperatura con la que se cocinó ese alimento.
Un saludo 😉