¿A ti también te pasa? Esta es una frase que escucho bastante, tanto en consulta como de conocidos, amigos…
Lo que suelo escuchar es que, sí, entre semana, siguen bien su dieta habitual (o su dieta de adelgazamiento) pero que, con las salidas fuera, cogen peso en un par de días. ¿Esto significa que hay que estar “a dieta” de por vida para mantenerse?
Bueno, la respuesta corta es no.
La respuesta larga consta de dos partes.
  • Primera, ¿qué comes cuando varías tu alimentación?
  • Segunda, ¿cuánto?
Poniéndonos en un extremo fácilmente comprensible, si cuando no sigo mi dieta habitual, lo que hago es tomar alimentos altos en grasa y azúcares como por ejemplo chocolate, galletas, bollería en general, carnes rojas en exceso, fritos, helados, embutidos… o tomo alcohol, es obvio que voy a mantener o incluso aumentar el peso porque, llegando a la segunda parte… ¿cuánto comes de lo que comes? ¿Cuánto bebes? Esa es la cuestión. Normalmente uno “ya que está” aprovecha, con lo cual, las cantidades pasan a ser “un poquito más” y “otro poquito más” haciendo así que suban las calorías totales.
Con el alcohol, pasa lo mismo, la primera cerveza o copa puede ser controlada pero después, con el alcohol de por medio, a poco que sea, las decisiones no son las mismas ¿verdad?
Lo mismo ocurre cuando se queda para ir de bares, ¿hay que tomar un pincho en cada bar? La respuesta es no. Puedes tomarte un pincho en un bar y después tomar sólo bebida. Aquí pasaría lo mismo, ¿siempre hay que beber alcohol? Tampoco, hay muchas opciones para cuidarnos, caña sin alcohol, refrescos zero, bebidas sin azúcares añadidos, infusiones, agua…
Es por eso que, debes prestar atención poco a poco a qué es lo que eliges, para ir haciéndolo mejor cuando estés fuera. No se trata de estar siempre contando calorías, porque al final lo que hace es obsesionarte, si no que, si quieres cuidarte y mantener tu peso, comprendas que es básico controlar ciertos aspectos de tu alimentación.
Recuerda que un día es un día, no pasa nada porque se coma fuera o se disfrute de una cena con amigos pero, de cara a mantener una vida social saludable, no hay que olvidarse de esos detalles a la hora de tomar decisiones.
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