Buenos días, amigos 🙂
Hoy tenemos listo un artículo más bien motivacional, de esos en los que nuestra idea es que al terminarlo uno sepa que es capaz de conseguir todo aquello que se proponga.
Llevamos más de diez años conociendo a personas que desean estar mejor. Y hay muchos deseos, tantos como personas:
- aprender a comer sin miedo a engordar
- adelgazar y conseguir mantener un peso saludable para siempre
- aprender a cocinar sano, pero rico
- aprender a organizarse en relación a la comida
- tener más fuerza de voluntad
- no estar todo el día amargado a cuenta de los kilos de más
- mejorar el rendimiento deportivo…etc.
Las razones son tan variadas que cada uno de vosotros podría darme otras siete en menos de un minuto, seguro.
Y sin embargo casi todas las personas cuando comienzan nuestra dieta sienten una especie de picor… Es una sensación de incredulidad: se pasan por la cabeza pensamientos como ¿de verdad será mi última dieta?, ¿seguro que adelgazaré comiendo de todo?, ¿tendré fuerza de voluntad para llegar al final?
Pues con el peso de la experiencia de todas las personas que hemos conocido desde que comenzamos nuestra andadura, os aseguro que sí: que es posible si uno pone de su parte.
(Ojo, también hay (y las habrá siempre) personas que por diversas circunstancias tienen que dejar el camino antes de llegar al final, pero la gran mayoría consigue mejorar sus hábitos.)
El sobrepeso lleva consigo un montón de enfermedades (todos lo sabemos: hipertensión, colesterol y azúcar altos, riesgo de infartos…etc), pero hay algo de lo que se habla menos: los sentimientos que a cada uno le provocan. Hemos conocido personas muy entristecidas a cuenta de su situación. Otras sentían gran ansiedad. Otras incluso sufrían depresión. Y en casi todas hay una pizca de falta de confianza en sí mismas.
Desde el primer día que comenzamos el proceso de cambio intentamos hacer ver a cada persona que podrá con ello, que no es imposible, que con un poquito de ilusión y esfuerzo podrá mejorar poco a poco cada una de esas cosas.
Y no será de un día para otro (el que os diga eso, os miente vilmente). Pero si uno se esfuerza a diario cada semana que pase se sentirá más fuerte, más feliz y más sano.
¿Cuál es el objetivo de una dieta?
Adelgazar, me diréis.
Pero hay ALGO MÁS.
Con una buena dieta deberíamos…
- aprender a alimentarnos mejor de lo que lo hacemos
- corregir pequeños y grandes errores en nuestra alimentación diaria,
- aprender trucos para cocinar más ligero,
- hacer la compra más saludable,
- aprender qué hacer en momentos de ansiedad…etc.
Todo eso debería aportarnos un buen tratamiento dietético.
Si estás leyendo esto, con una gran probabilidad estás siguiendo nuestro método. Y si es así, te damos la enhorabuena porque además de ir caminando hacia tu peso saludable estás aprendiendo por el trayecto un montón de hábitos y costumbres saludables que harán de tu vida algo más sencillo.
Nosotros no te prometemos que vayas a adelgazar 30 kilos en tres meses. Nosotros te prometemos que si te esfuerzas un poquito y tienes ilusión, haremos todo de nuestra parte por allanar el camino para que te sea más sencillo recorrerlo. Porque sabemos de verdad que puedes conseguirlo. No es un imposible, ¡ni mucho menos!
Os cuento para ir terminando un caso muy bonito que nos tiene muy contentos.
Sabéis que con el libro La dieta ALEA hemos llegado a miles de hogares españoles desde que se publicó.
Una de las partes más bonitas de esto es que muchos nos mandáis mensajes o incluso llegáis a escribirnos a este blog para contarnos vuestra evolución. Pues bien, una de esas personas ha sido un chico la mar de amable que semana a semana está compartiendo sus progresos conmigo a través de emails.
Esta semana cuando llegué a la clínica prontito, con las luces todavía por encender vi una gráfica de su evolución. Él mismo la hizo y me la envió. ¡Me dio un subidón! Os la muestro con su permiso:
Está siguiendo nuestra dieta a través del libro. Él y su familia están alimentándose así. Es una manera tradicional, mediterránea, baja en grasas malas, equilibrada en el resto de nutrientes, variada (¡y rica!) de comer.
Ha preparado un dossier de comidas y cenas ayudándose de las recetas del libro y del blog.
Ha recuperado la costumbre de salir a correr… Y no hay más que leer cualquier email suyo para notar lo contento que está (y yo, ¡ni os cuento!).
En fin, queridos lectores, si pasáis por algún momento de bajón o de dudas, no tiréis la toalla. Descansad un rato, pero no salgáis del camino. Merece la pena.
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Si no sabes cómo podríamos ayudarte, te dejo las opciones que tenemos:
- Si vives en Salamanca podemos atenderte en nuestra clínica de nutrición, estamos en la Plaza Gabriel y Galán (a dos pasos de la Puerta Zamora). Aquí tienes la web para que puedas conocernos y saber cómo trabajamos: www.aleaconsultadietetica.com
- Pero si la clínica te queda lejos, podemos atenderte a través de la web que creamos para ayudar a las personas como tú. Con ella pasamos consulta virtual desde el año 2009. Aquí tienes el enlace: www.aleadiets.com El equipo de aleaDIETS estará encantado de ayudarte 🙂
- E incluso tienes nuestro libro en librerías, miles de personas lo recomiendan cada semana y por ello vamos de camino a la séptima edición. Se titula “La dieta ALEA”, de la editorial Zenith/Planeta.
Sois geniales de verdad!! Es cierto el temor ese que comentas, me irá igual de bien que al resto? De verdad puedo merendar jamón o lomo algún día y adelgazar??? La verdad que aún no lo he comido por miedo jaja. Hace poco que os sigo pero estoy deseando ver los resultados!!
¡Hola, muy buenos días!
Recuerdo, hace muchos años, que una chica comenzó con nosotros en la clínica y nos llamó ¡3 veces! para asegurarse de que no nos habíamos equivocado al hacer su dieta. Nos aseguraba que comiendo alubias, sándwich de atún y (no sé si eran macarrones o paella la otra duda que tenía), podría adelgazar.
Fue graciosísimo!!
Y el resultado fue que las cosas mejoraron tanto para ella que nos trajo a sus hermanas y a una cuñada, ¡jajaja!
Sí, cuando uno piensa en "dieta" le vienen a la mente cosas bastante malas y duras, pero la realidad es que podemos comer de todo si conocemos la ración y la frecuencia adecuadas 🙂 Ahí está el truco, jeje!!
Mucho ánimo, Alicis, mantén la ilusión y las cosas irán genial.
¡Un abrazo!
María.
Buenas tardes: los he conocido gracias a una recomendación, y la verdad que estoy muy contenta. He comprado vuestro libro y hace un mes que comencé la dieta junto a mi marido. A los dos nos ha funcionado de maravillas, hemos bajado de peso cada semana y nos sentimos muy bien. Ambos somos entrenadores de diferentes actividades deportivas ( los dos ex- atletas olímpicos) por lo que nos gustó siempre la buena alimentación, pero necesitábamos algo que nos ordenara. Yo soy plan 1 y el 3. Estamos empezando la quinta semana o sea que repetiremos un mes más….
Todo lo que consumimos suele ser casero, hacemos el pan de espelta, las mermeladas sin azúcar y con agar-agar, las pastillas de caldos caseros, en fin todo lo que este a nuestro alcance. Pero tengo una duda que seguro podréis ayudarme: hemos empezado a consumir kefir (tenemos los nódulos y los vamos creando nosotros con leche fresca entera…los tomamos como postre después de la comida principal…es correcto??? Una medida de un vaso de yogurth y lo acompañamos o con gelatina o con un puñado de frutos rojos frescos…. nos hace muy bien para todo el tema estomacal y a mí particularmente ya que sufro repetidas candidiasis. Alguna recomendación???? Muchas gracias y felicidades por todo el trabajo que realizáis….felices de haberlos conocido!!!
Recomendamos a todos nuestros alumnos vuestro libro y vuestra página!!!!
Saludos desde Alicante!!!
Estimada Verónica, es un placer poder contaros a los dos entre nuestros seguidores. ¡Y todo un honor! Una alimentación variada y equilibrada es necesaria para todas las personas, pero más aún cuando uno depende de su cuerpo para trabajar. Así que nos alegra mucho que los dos estéis contentos 🙂
Aquí nos tenéis para echaros una mano en lo que haga falta 🙂
Es MARAVILLOSO que seáis autosuficientes en muchos de los alimentos o productos que la mayoría compramos en el supermercado, además de conseguirlos más sanos, seguro que estarán mucho más ricos!
En cuanto al Kefir, hacéis genial 🙂 Una vasito de yogur tradicional tiene unos 125 mL, si usáseis leche desnatada el postre tendría unas 60 calorías. Usando leche entera nos vamos a las 90, aproximadamente. Pero entra dentro de una cifra perfecta para el postre (aproximadamente todo lo que esté por debajo de 100 calorías nos asegurará que no tiene ni demasiadas grasas ni demasiados azúcares simples). Si además el ponéis un poquito de frutos rojos (o alguna vez alguna semilla o fruto seco), genial 🙂
En fin, gracias, chicos, por vuestras amables palabras. Nos alegra mucho saber que estáis por ahí.
Un fuerte abrazo desde Salamanca!!
María y Roberto.
Muchas gracias por su pronta respuesta, encantados de seguirlos, leerlos y poder poner en práctica todos vuestros consejos.
Saludos!!!!
Hola! Estoy terminando mi 2° semana con el libro ,os conocí a traves de una chica que sigo por Instagram y le va genial, me lo recomendó 100% y bendito dia!! Estoy contentisima, todavia me tendré que organizar mejor con las comprar, ingredientes y cocinando pero el sacrificio merece la pena. Dicho esto, queria saber por que alimento puedo cambiar el queso de burgos light,que el Domingo me toca en una ensalada. Vivo en Londres y aquí no hay y a una amiga (empezamos el mismo día) no le gusta. Podriais ayudarnos?
Gracias por todo ��
Querida Almudena!! Muchísimas gracias por tu confianza y por escribirnos!!
Siento no haber llegado a tiempo para contestarte sobre tu duda de la comida del domingo, ¡qué rabia!
Bueno, igualmente te respondo por si en otra receta te lo encuentras, jeje!!
1 tarrina de queso de Brugos light podrías cambiarla por 40 g de queso más fuerte (por ejemplo, emmental, feta, mozzarella…etc) o bien por 1 huevo duro o incluso por 30 g de fiambre de pechuga de pavo o de jamón cocido bajo en grasa o hasta por 1 latita de atún al natural 🙂
Por favor, si tuviérais cualquier duda tú o tu amiga, escribidnos en un momento y la dejamos solucionada, vale?
Muchísimas gracias por tus palabras, Almudena, espero que todo siga genial!
Un abrazo desde Salamanca,
María.
Hola! Siguiendo el hilo del último comentario, no soy muy fan del aceite en las ensaladas (suena raro jeje pero creo que es porque tradicionalmente siempre las han inundado en aceite). Para no prescindir de las calorías que aporta, ¿por qué otra cosa lo podría sustituir? He pensado en frutos secos o algún queso fuerte como parmesano o feta, que también aportan grasas.
Muchísimas gracias!!
Qué bueno, María del Mar.
Exacto, si no queremos utilizar el tradicional aceite de oliva para aliñar podemos aportar esos nutrientes utilizando otro alimento. En general si es de origen vegetal casi seguro tendrá mejor perfil nutricional que si es de origen animal.
O sea, mejor frutos secos o aguacate (gran opción si te gusta su sabor) que quesos (me refiero a frecuencias: mejor 2-3 veces frutos secos o aguacate y 1-2 quesos).
Otra opción sería pescados en conserva, que aportarán un buen perfil de grasas y proteínas de calidad. Por ejemplo atún al natural, anchoas…etc 🙂
Un fuerte abrazo y buena semana!!
María.
Se me olvidó preguntaros: si escojo uno de ellos, ¿qué cantidades corresponderían para el plan 2?
Muchas gracias por la respuesta.
Un saludo!
¡Claro!
Te concreto:
1 cucharada de postre de aceite equivaldría a 2 nueces (o 10 g de frutos secos) o bien a 30 g de aguacate o bien unos 30 g del queso elegido 🙂
¡Un abrazo!