Esta es una pregunta recurrente ante las personas que comienzan una dieta. Ante un esfuerzo todos queremos resultados y los queremos buenos y rápidos. Sin embargo en el tema de las dietas hemos de pisar con pies de plomo, debemos dar pasos en firme y no adelgazar de forma desmedida.
Al hilo de lo que nos contaba la Nutricionista Raquel León sobre las dietas milagro, hoy vamos a hablaros del ritmo de pérdida de peso adecuado para una persona que está a dieta.
En primer lugar: piensa que los kilos de más no se acumulan de un día para otro, lo van haciendo de forma progresiva. Se van acululando con el paso de los meses y de los años. Así que es lógico pensar que es imposible quitarse los kilos de más en pocos días de forma sana y sin peligro para nuestra salud.
Pero también es lógico pensar que debemos seguir un ritmo de pérdida de peso suficiente como para que nos motive y que nos haga sentir cada día mejor. Porque de lo contrario, si tardamos mucho en adelgazar podemos aburrirnos, perder el ánimo y abandonar la dieta; lo cual nos lleva de nuevo a una situación de malestar físico y anímico.
Así que… ¿cuánto peso hemos de adelgazar cada semana? ¿Cuál es el ritmo adecuado? ¿El que hace que estemos sanos y también motivados?
La respuesta la encontramos en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y del Ministerio de Sanidad Español: el ritmo de pérdida de peso que estos y otros organismos a nivel europeo marcan como aceptable es del 1% del peso corporal por semana.
Esto, traducido en cifras supone que…
- una persona que pese 100 kilos perderá a la semana 1000 g
- una persona que pese 80 kilos perderá a la semana 800 g
- una persona que pese 60 kilos perderá a la semana 600 g
* * * UN APUNTE: durante el primer mes se pierde casi el doble, porque el cuerpo experimienta un choque entre su antigua alimentación (la que le llevó a engordar) y la nueva, que es baja en calorías y baja en grasas.
Ese ritmo asegura algo fundamental: que la pérdida de peso se haga en base a masa grasa. O sea, la mayor parte de ese 1% semanal se perderá en forma de reservas grasas y no de músculo. Con lo cual, al terminar la dieta el nivel de musculutura de la persona será similar a cuando la empezó. Esto será un punto más a su favor para no recuperar los kilos perdidos una vez que se consiga el peso adecuado.
Este ritmo es un dato estadístico medio: la mayor parte de la población responde así ante una dieta equilibrada hipocalórica, pero la última palabra la tendrá el sexo, la edad, la actividad física de la persona… Y por supuesto el cumplimiento de la dieta: el que la siga de forma estricta se ajustará a ese ritmo y el que se la salte no perderá tan bien, irá un poquito más lento.
Aquí vemos dos gráficas de pérdida de peso (los nombres de sus dueños están tachados en rojo):
Gráficas reales de pérdida de peso: la primera de un hombre de 31 años, la segunda de una mujer de 26 años. |
En las clínicas de nutrición y dietética tras estudiar la situación del paciente y tomar sus datos antropométricos se establece una pauta dietética.
En nuestro caso llevamos a la práctica lo que aprendimos en la facultad (y lo que nos transmitieron nuestros padres y abuelos): La dieta Mediterránea, en la que hemos de comer de todo cada día.
No se debe prohibir ningún alimento, porque no hay alimentos buenos o malos, sólo debemos hablar de frecuencias: una magdalena por ejemplo; no es que sea mala, no es que esté prohibida, es que debemos tomarla sólo de vez en cuando por el bien de nuestra salud 🙂
En definitiva y como dice el refrán: “las cosas bien hechas bien parecen”. No tengas prisa por perder los kilos de más en poco tiempo. Pero sé exigente y no te conformes con ir a medio gas, intenta cumplir tu dieta lo más fielmente que puedas y conseguirás los mejores resultados.
De todos modos siempre hay productos que ayuden a controlar el peso. Afortunadamente, hoy en día cada vez hay menos creencia en las dietas milagro, ¿no creéis?
¡Sí, y menos mal!
Cada vez las personas son más críticas con lo que hacen, pero aún hay muchas barreras que vencer.
No hay semana que algún laboratorio o empresa nos ofrezca en la clínica "maravillosas pruebas (o máquinas) que ayudarán a los pacientes a adelgazar". Pruebas que no hay por dónde coger desde el punto de vista científico…
En fin: es un mundo complicado!! Pero hay que luchar contra la desinformación!
¡un abrazo!
María.