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¡Muy buenos días, queridos lectores! 

El curso escolar va llegando a término y una de las cosas típicas de esta época son los helados. En la última quincena ya nos habéis preguntado tanto en la clínica como en el servicio a distancia de nutricionista varias veces por ellos. Y aunque ya teníamos colgados algunos artículos al respecto, vamos a darle una pequeña vuelta al de hoy para ayudaros con este tema. 
Si estamos cuidándonos, ¿solo podemos tomar helados tipo polo o como mucho, mini-helados?
La respuesta os va a encantar. 
Para nada. No es necesario ceñirnos solo a los polos de hielo o a los mini-helados, pues la variedad actual es tan extensa que podemos elegir entre un grandísimo número de opciones.
Y un detalle curioso: no por comprar la variedad de helado mini estaremos acertando. Hace unos días encontré unos MiniMagnum que aportaban casi 200 calorías. Me quedé helada 😉

Recordad este dato: 100 calorías.
Cualquier helado que por ración o por unidad aporte 100 calorías o menos, servirá como postre en la comida o en la cena algún día de la semana. Será una opción fabulosa para daros un gustito, refrescaros y participar de la normalidad con el resto de la familia.

¿Cuántos helados fabulosos se pueden tomar a la semana?
Muy buena pregunta.
Os aconsejamos que el postre de la comida y de la cena sea una de estas tres opciones:

  1. Una pieza de fruta fresca
  2. Una ración de frutos secos al natural
  3. O un lácteo (queso, yogur, leche con café) o la variedad vegetal consiguiente.
En el momento que tomamos un helado dejamos de tomar una de esas opciones. Si todos los días para cenar durante un mes tomásemos un helado, estaríamos dejando de lado los nutrientes tan necesarios que nos aportan las frutas, los frutos secos, los lácteos o los productos vegetales. 
Así que resumiendo: para no excedernos, en la época de máxima apetencia (coincidiría con julio y agosto), procuremos no tomar más de 4-5 helados fabulosos a la semana, ¿vale?

¿Y para los niños?
Pues para los peques de la casa estas son (sin duda alguna) las mejores opciones. Pensad lo siguiente: un helado tipo cornetto aporta unas 250 calorías. ¡Es una cifra demasiado alta para cualquier niño! Su contenido en azúcares simples y en grasas saturadas es altísimo y no le hará ningún bien.
Así que a los niños, en caso de que los pidan, mejor darles helados del estilo a los que hemos hablado aquí. Así, con un gesto tan sencillo y fácil de llevar a cabo, toda la familia se cuidará.

Aquí os dejamos un par de artículos más con un montón de ejemplos de este tipo de helados:

Mi equipo de Nutricionistas y yo podemos ayudarte en ALEA.
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