La pirámide alimentaria es una guía para poder llevar una dieta equilibrada. Fue creada en Estados Unidos por el Departamento de Agricultura en 1992, y en 2004 la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria la adaptó a nuestra dieta. 


La primera imagen es la pirámide original de 1992 y la segunda es la modificación que hicieron en 2005, lo que supone una transformación estética importante.  
Todos hemos visto la pirámide alimentaria alguna vez, pero…¿sabemos interpretarla bien? Y lo que es más importante, ¿sabemos llevarla a la práctica? 
Eso es lo que yo quiero explicar de forma sencilla y clara. 
Hay muchos tipos de pirámides, no solo con diferentes formas sino adaptadas a la alimentación típica de cada país. A continuación os muestro algunos ejemplos: 
Esta es la pirámide de la sociedad española de nutrición comunitaria (SENC), creada en 2004. 
A continuación vemos el ovalo nutricional argentino, que para interpretarlo habría que ir en contra de las agujas del reloj de lo que hay que consumir más a menos. 
Pero tras el ovalo nutricional, surgieron también otras formas de guías alimentarias, como por ejemplo esta en forma de rueda. 
Con el tiempo aparecieron muchos tipos de pirámides como la de la estrategia Naos para combatir la obesidad, la de la dieta mediterránea, la de alimentación vegana…… (se pueden ver en el último enlace de la bibliografía) 
Todas ellas, aunque tengan diferentes formas, dicen lo mismo, así que para que lo veáis más claro me voy a basar en la pirámide del SENC del 2004. 

En la base encontramos los cereales (pastas, cereales de desayuno, pan) y las patatas, son los alimentos que nos dan energía para todo el día. Hay que consumir de 4 a 6 raciones al día, que serían 4 rebanadas de pan, 1 plato de pasta o arroz y 1 patata. 
Mejor si son cereales integrales por el aporte de fibra. 
En el segundo escalón encontramos las frutas y verduras, los cuales nos aportan vitaminas, minerales y lo más importante fibra. Hay que consumir de 3 a 5 raciones al día, que serían 3 piezas de fruta, 1 ensalada y 1 plato de verdura. Aquí también nos incluye el aceite de oliva, rico en grasas cardiosaludables. 
En el tercer escalón está la leche y sus derivados, los cuales nos aportan proteínas y calcio. Hay que consumir de 2 a 4 raciones o lo que es lo mismo 1 vaso de leche, 2 yogures y 1 porción de queso. 
En el cuarto escalón están los alimentos proteicos (pescados, carnes, huevos y legumbres) los cuales aparte de proteínas nos aportan vitaminas y hierro. En cuanto a pescados y carnes el consumo seria de 4 días pescado (uno de ellos azul y el resto blanco) y 3 días carne magra (pollo o pavo). En cuanto a legumbres 3 días a la semana y huevos 3 días a la semana. Tendríamos que añadir los frutos secos, son grasos pero nos aportan ácigos grasos cardiosaludables y antioxidantes. El consumo seria de un puñado diario. 
En la cúspide de la pirámide (la zona amarilla), se encuentran los embutidos y los dulces, ricos en grasas saturadas y azucares. Consumo ocasional 
Debajo de la pirámide y en el lateral, nos incluye también el consumo de agua (8 vasos diarios), la práctica de ejercicio diaria (30 minutos al día) y el consumo ocasional de vino y de cerveza. 
Espero que con esto podáis adaptar la pirámide a vuestra alimentación diaria y así llevar una dieta equilibrada. 
AUTORA Laura Murillo Gamonal
Diplomada en nutrición y dietética.


¿Te ha gustado? ¡Compártelo!