Por Jéssica Ramos Ribeiro, 
dietista-nutricionista y antropometrista ISAK nivel I.
Hace unos meses GREENPEACE publicaba lo siguiente: “Menos es más – Reducir la producción y consumo de carnes y lácteos para una vida y planeta más saludables – El sistema de producción de carne y lácteos para 2050 según GREENPEACE” 
Nos hacía una propuesta a nivel mundial: disminuir el consumo de carne y lácteos al 50% en todo el planeta. Lograr este objetivo es posible siguiendo los parámetros de la agricultura ecológica que respetan la seguridad alimentaria, la protección del clima y la biodiversidad. 
Ya sabéis que los nutricionistas somos muy “pesados” con este tema, pues disminuir el consumo de carne y, sobre todo el de carne roja, es esencial para una buena calidad de vida
Las mejoras que esto provoca son notables tanto a corto plazo como a largo: casi inmediatamente veremos una disminución del colesterol, mejoría en algunos problemas de riñón e hígado por ejemplo, aunque, los mejores cambios son los que se van notando a medida que avanzan los años: en las enfermedades que no tenemos, las que vamos previniendo. 
Hace ya un par de años cuando asistí al International Congress of Dietetics en Granada, el lema y tema principal era la alimentación sostenible. Mejorar nuestra alimentación y la forma en que obtenemos los alimentos, es nuestro futuro. Por ello una vez más me uno a promocionar algo tan importante. 
A modo de resumen, GREENPEACE indica que en la actualidad a nivel mundial la media de consumo de carne por persona y año es de 43 Kg y de lácteos, de 90 Kg. 
Demasiado, ¿no? 
Además, el consumo de ave de corral como el pollo ha aumentado muchísimo, lo que tampoco es buena noticia por todo lo que ello implica: súper producción, costes, seguridad alimentaria… 
Por ello la mejor recomendación, como propone la OMS, es la de tomar máximo 2 raciones de carne (sobre todo si es roja) a la semana. 
Propone que al menos para la carne en 2030 se haya reducido a 24 Kg de carne por año y persona y para 2050 a 16 Kg. 
¿Qué impactos sobre la salud tiene una dieta con tanta carne de especies terrestres y aves de forma global? 
Un aumento en las enfermedades como la obesidad, el cáncer, enfermedades cardiovasculares, infartos, diverticulitis, enfermedad hepática crónica, enfermedades transmitidas por esos alimentos… 
En definitiva, más verduras, frutas y legumbres provocan el efecto contrario: previenen y mejoran enfermedades de este tipo ya que ofrecen a nuestro organismo antioxidantes, fibra, agua, vitaminas de varios grupos, así como proteína de origen vegetal, hidratos de carbono complejos que controlan nuestra saciedad y glucosa en sangre así como lípidos para el correcto funcionamiento de membranas y mecanismos celulares importantes. 
Además por cada gramo de proteína la huella hídrica de la carne es 6 veces mayor que la de legumbre. Es decir, se gasta 6 veces más agua por cada gramo de proteína que proviene de la carne que si la obtenemos de la legumbre. 
Por ello, te animo a sumarte a la iniciativa tomada por GREENPEACE: mejora tu alimentación, tu salud y tu planeta. 
Si tomas menos carne, habrá menos deforestación, se podrá combatir mejor el cambio climático y la destrucción de la biodiversidad, ahorraremos agua y tendremos mejor salud medioambiental. 
¿Te parecen pocas las razones para empezar a comer mejor? 
Recuerda que cada día tomas miles de decisiones, quizá sea el momento de ir eligiendo pensando no sólo en lo que te apetece si no también en lo que te viene mejor. 
Soy Jéssica Ramos Ribeiro, 
dietista-nutricionista y antropometrista ISAK nivel I.
Puedes encontrarme en ALEA Consulta dietética

Unos días después de publicar este artículo, encontramos este otro: DEJAR DE COMER CARNE, SÍ AYUDARÁ A SALVAR EL PLANETA






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