Muchos nos hemos hecho alguna vez esta pregunta tan típica por todo el esfuerzo realizado en una actividad física. 
Es verdad que cuando hacemos deporte sentimos que hemos gastado “tanto” y lo hemos hecho tan bien que nos merecemos cualquier cosa. 
Pero esta percepción es errónea. De forma habitual, refiriéndonos a actividades físicas como correr, nadar, caminar, escalar, deportes de equipo, musculación o cardio durante una hora gastamos una cantidad de energía que oscila entre las 200-400 Kcal aproximadamente en función de cuál sea la actividad.
Este consumo, traducido a la energía que aportan los alimentos sería algo así como una merienda de:
– 1 plátano y un yogur con puñadito de frutos secos para cumplir las 200 Kcal o 
– 2 plátanos, un puñado de frutos secos y medio sándwich de pavo y queso para las 400 Kcal.
Por lo tanto, de forma saludable sí que es una cantidad buena de comida, pero… si estas calorías las ingerimos a partir de alimentos poco saludables y ricos en azúcares y grasas saturadas como bollería, patatas fritas de bolsa, golosinas… lo primero de todo, no sería la mejor opción debido al aporte de estos nutrientes en altas cantidades y, lo segundo, nos quedaríamos con hambre porque son productos que en pequeñas cantidades son muy calóricos, con lo que en seguida llegaríamos a esas 200 – 400 Kcal. Comeríamos más para saciarnos produciendo un aumento en las calorías y haciendo así que se produzca también un aumento de peso de forma progresiva…
Como véis es más fácil de lo que parece llevar una alimentación saludable y, a parte, te quedas más lleno… por lo que llegarás mucho más a gusto a la siguiente comida y no con un hambre atroz.
Así, controlando un poquito la saciedad, también controlas cuánto comer. Seguro que haciendo una merienda/almuerzo saludable, tu comida/cena es mucho más ligera que si tomas alimentos o productos densos calóricamente que te hacen llegar con más hambre porque apenas sacian.
Al final, si os dais cuenta es la pescadilla que se muerde la cola:
  • Como alimentos de todos los grupos controlando la cantidad con una frecuencia de 3-4 horas ► Llego sin tanta hambre a la siguiente comida ► No tengo ansiedad por comer ► Como cantidades coherentes. 
  • Como alimentos/productos altos en calorías, grasas y azúcares simples ► En el momento me quedo saciado y lleno pero a partir de la hora ya tengo hambre de nuevo ► Tendencia a picar ► Llego a la siguiente comida con mucha hambre ► Como más cantidad y me quedo muy lleno. 
Con lo cual, aprovechad si hacéis deporte para mejorar vuestra alimentación y conseguir un mejor rendimiento y, por supuesto, una apariencia física estupenda 😉


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