Queridos lectores 🙂 Hoy tenemos el placer de mostraros la entrevista que hicimos el Marzo pasado a una antigua paciente de ALEA Consulta dietética.
Fue nuestro primer contacto con la anorexia, habíamos leído mucho sobre ello, planteado problemas teóricos, pero ella fue la primera persona que tratamos.
Guardamos todavía una bonita relación, y aunque no nos vemos tanto como nos gustaría sabemos que las cosas siguen estando en su sitio y mejorando cada día 🙂
Desde aquí te mandamos un abrazo enorme. Y unas GRACIAS tan grandes que no caben en nuestra boca!!
1. Cuéntanos quién eres y a qué te dedicas:
Soy una chica de 29 años, casada desde hace 9 meses y enamorada como el primer día, orgullosa y agradecida de la familia que tengo y de la gente que la vida me ha puesto en el camino, me encanta cuidarme y hacer deporte, trabajo de administrativo en una empresa familiar y en un futuro me gustaría poder cumplir mi sueño de montar mi propio negocio.
2. Explícanos cómo era tu situación (tu trastorno de conducta alimentaria, TCA).
Puff!!, lo recuerdo como la situación más dura y difícil de toda mi vida no solo para mi si no también para la gente que estaba a mi lado, es algo que tengo presente en muchos momentos e imagino que me acompañara para siempre.
La aparición del problema ocurrió en el año 2007 pero es algo que se va creando a lo largo de mucho tiempo no es un problema que salga de repente, lleva un proceso de años, va tan lento que no te deja verlo te absorbe y no te deja salir.
Antes de esto yo era una chica normal como cualquiera de mi edad, me gustaba sentirme bien, verme guapa, pero nunca había tenido ningún tipo de restricción sobre mi misma referente a la comida.
Cuando deje el instituto aún muy joven me puse a trabajar en un trabajo donde la mayor parte del tiempo estaba sentada, mi alimentación seguía siendo la misma, lo que si cambió fue el gasto calórico que lógicamente era más bajo de lo que acostumbraba a gastar y empecé a engordar, pero tampoco le daba mayor importancia, era una chica delgada y no era exagerado.
Recuerdo un día que salí de trabajar y fui a ver a mis amigas, coincidimos con un chico que hacía tiempo que no veía, le salude y con la mejor de sus intenciones me dijo ¡¡HAS ENGORDADO MUCHO!!, me quede sin palabras, fue como cuando te dan una bofetada y te pilla tan de sorpresa que no sabes ni de donde te ha venido.
A partir de ese momento me plantee quitarme las “guarrerias” tipo patatas fritas, bollos, gominolas… pero sin obsesionarme si algún día me apetecía lo comía, y empecé a incluir en mi rutina diaria algo de deporte, mi cuerpo volvió a ser el mismo y yo igual, feliz y contenta.
Según fui haciéndome mas mayor si que es verdad que empecé a obsesionarme un poco más, el deporte se hizo una obsesión constante por adelgazar y empecé a reducir parte de mi alimentación sin ser necesario.
A finales de 2006 me dio por beber cantidades desorbitadas de agua, seguía haciendo incluso más deporte, pero la ingesta de alimentos la había reducido en más de un 70%, lo único que hacía bien era el desayuno, de lo demás poco y mal, deje de tener cualquier tipo de relación social en la que se requiriera comida, cenas con amigas, cumpleaños, o simplemente ir a tomar algo, me encerré en casa con mi obsesión.
3. ¿Por qué decidiste acabar con ello? ¿Hubo algún detonante que te empujara a mejorar tu vida?
Bueno la verdad es que empecé a adelgazar a una velocidad de vértigo pasé en cuestión de dos o tres meses de ser una chica de 54-55kg a ser una chica de 45kg, fue tal el cambio que por momentos me entraba pánico llegue a perder en tan solo una semana 1’5 kg, era una lucha constante contra mi misma, mi vida era una verdadera contradicción, quería comer porque me aterrorizaba adelgazar más pero a la vez no podía porque no quería engordar, cogí miedo a la comida, a ciertos alimentos.
El primer aviso que me dio mi cuerpo fue la retirada del periodo que aún hoy estoy pagando con pequeñas secuelas por ello, mi pelo se volvió débil y quebradizo sin brillo, mis uñas se rompían fácilmente, por mucha crema que me echara mi cuerpo estaba continuamente escamado, siempre sentía mucho frío pero a la vez sudaba, la ropa se me había quedaba enorme y si quería comprar algo solo podía ser en la sección de niños, empecé a tener fuertes ataques de ansiedad algo que hasta ese momento desconocía y que Dios!!!!
Es algo que te quita la vida, se me dormía la lengua, la nariz, los brazos, caminaba por la calle como si estuviera borracha con la sensación de que en cualquier momento caería, pensando que se trataba de bajones de azúcar siempre recurría a la Coca-Cola hasta que me di cuenta que eso no lo solucionaba, todas las noches me acostaba con la sensación de que a la mañana siguiente no amanecería, estuve meses sin poder dormir y esto ocasionaba mucho más deterioro físico y mental, era tal la desesperación que empecé a odiar la cama hasta el punto de que mis padres cambiaron mi colchón por uno muy bueno y al final tomé la determinación de intentarlo en el sofá, el momento de tener que acostarme se convirtió en una pesadilla, me había convertido en la tristeza más profunda, no sonreía, nunca estaba feliz, siempre enfadada, amargada y arrastrando con ello a las personas que estaban a mi lado, pero con todo esto y pasando momentos durísimos seguía sin terminar de ver esa delgadez extrema, hasta que un día limpiando el baño me mire al espejo y fue tan impactante lo que vi que me puse a llorar fuertemente, fue en aquel momento cuando por fin me pude ver, ¡¡¡pero que has hecho!!!, odiaba mi reflejo, sentía asco por lo que estaba viendo.
Tomé la determinación de no volver a mirarme a un espejo, estuve meses sin poder hacerlo, me lavaba incluso los dientes fuera del baño para no tropezarme con mi reflejo, había encontrado un miedo más en el camino.
Fue el momento de pedir ayuda profesional.
4. ¿Qué tipo de profesionales te ayudaron durante el proceso?
Al principio acudí al psicólogo, me estuvo tratando durante 4 meses consiguiendo en los primeros 15 días quitarme los ataques de ansiedad, pero quedaba la tarea más difícil, conseguir que comiera, que dejara de tener miedo a los alimentos y cogiera un peso saludable.
Tuve que crear un diario en el que cada día escribiera lo que había hecho, lo que había comido y cualquier sensación mala o buena que hubiera tenido, pero seguía sin coger un solo gramo, en el fondo sabía que no lo estaba haciendo bien que seguía sin alimentarme como es debido, mis miedos hacia la comida seguían igual.
Un día la psicóloga me dijo: “tienes que buscar un endocrino, alguien que te ponga una dieta y que tú la sigas”, ¡¡¡madre mía!!!!, aquello fastidio todos mis planes, me enfade profundamente con ella y conmigo misma, todo tipo de pensamientos acribillaban mi cabeza, (me van hacer comer cosas que no quiero, voy a engordar demasiado, no quiero contarle mi problema a un desconocido, no me van a entender, me van a juzgar…), tuve que acceder a ello no me quedo más remedio, entonces fue donde conocí a María y a Roberto, las personas más fundamentales para acabar con el problema.
5. ¿Fue muy duro para ti empezar y seguir una dieta para incrementar peso? ¿Temías recaer en tu TCA?
Al principio si fue duro y mucho, mi estomago se había hecho tan pequeño que con poco me llenaba y aunque empezamos con una dieta de pocas calorías, el llevar una alimentación sana y equilibrada hace que los platos sean más voluminosos.
Recuerdo el primer día que vi mi primera dieta, la reacción que tuve fue ponerme a llorar como una loca, incluía todo tipo de alimentos cocinados muy sanos eso sí, pero yo veía cola-cao, un sándwich triple, madalenas, zumo en las comidas… y todos mis pensamientos eran “pero esto es exagerado, porque tengo que echar cola-cao, porque zumo, me voy a poner muy gorda…”
He de decir que lo que mas me animo a empezar fue la conversación que mantuve con Roberto y Maria en la primera entrevista, ellos me dejaron claro tres cosas, que la alimentación que llevaría sería totalmente sana incluyendo todo tipo de alimentos y pudiendo eliminar los que no me gustaran, que poco a poco aprendería a alimentarme de esa manera para que en el momento que dejara la dieta el peso siguiera siendo el mismo, y lo que a mi mas me importaba en ese momento que cogería el peso que yo quisiera, puff eso para mi fue un verdadero alivio, había otro detonante importante para que comenzara y es la gente que había detrás de mi con la ilusión de verme feliz, curada y sana.
Al fin empecé con ella y para mi sorpresa todo estaba muy bueno, que maravilla, el problema es que casi no podía con ello, estuve un tiempo hasta conseguir que mi estomago creciera en que solo se me veía barriga, era tan delgada que a nada que metiera se me abultaba con la sensación de que en cualquier momento estallaría y ocasionándome muchos ardores, y cuando parecía que empezaba hacer la digestión y a bajarla tenía que comer otra vez, tuve que forzarme muchísimo tanto que mi madre que sin duda alguna era la persona que mas estaba sufriendo por todo me decía, “hija, déjalo si no puedes”, pero yo seguía y cuando ya veía que realmente no podía meter mas lloraba de rabia.
Me lo tomé tan en serio que en los primeros 15 días había cogido 2kg, y fue tal la alegría que mostraban Roberto y Maria que hacían que mi propósito cada vez cobrara más fuerza.
Al principio si tenía miedo a recaer, cuando la comida no la preparaba yo no comía de la misma manera.
6. ¿Mejoró tu salud? ¿Y tu estado de ánimo?
Mejoro muchísimo, lo primero de todo mi salud mental pues a medida que mi cuerpo se formaba me veía más guapa algo que hacía tanto que no sentía, todo el mundo me echaba piropos y empecé a recobrar mi alegría, mis ganas de luchar y de vivir, y con ello la alegría de la gente que me rodeaba, el cuerpo tardó un poquito más la piel, el pelo, las uñas, y lo que me ha dejado alguna secuela ha sido el periodo, aunque ha mejorado mucho también.
7. Sabemos que eres una gran corredora, pero ¿cómo y cuándo empezaste a hacer deporte?
Como contaba al principio empecé a hacer deporte un poco por obsesión pero no era ni el mismo deporte ni la misma actitud que utilizo ahora.
Cuando acabe la dieta y empecé hacer una vida normal, con un carácter nuevo, más feliz, me acostumbre a salir cuatro días por semana a correr y gracias a eso conocí al que ahora es mi marido y con él empecé a entrenar para correr carreras populares de atletismo, y comprobé que se me daba bien y que me gustaba, he mejorado mucho las marcas personales y se ha convertido en una nueva ilusión que me hace muy feliz, para nosotros es un estilo de vida en el que nos encontramos a gusto y bien, es algo que compartimos, que nos hace viajar y pasar juntos todo el tiempo libre que tenemos, por supuesto si algo tenemos claro es que para ser bueno o medio bueno en el deporte no solo es importante llevar un buen entreno, se podría decir que es igual de importante llevar una alimentación correcta y sana, e incluir los alimentos que harán que tu cuerpo tenga más fuerza y no pierda nada, al llevar la dieta que lleve con Alea aprendí todas las herramientas necesarias.
8. ¿Merece la pena tu esfuerzo físico y la alimentación diaria que llevas?
Merece tanto la pena que es lo que me hace feliz, he encontrado lo que me gusta y quisiera tener las ganas de hacerlo siempre, me he encontrado conmigo misma, y si Dios me da hijos que espero que si, seguiremos con la misma rutina de alimentación y de entreno, y si hay suerte tal vez les guste y les inculquemos una forma de vida muy sana, pero bueno si no quieren hacer deporte me conformo con que lleven una buena alimentación.
9. ¿Crees que mantendrás este estilo de vida de aquí en adelante?
Sin duda alguna, he aprendido a comer de esta manera y a parte de que no me supone ningún esfuerzo si no todo lo contrario, es mi estilo de vida y por lo tanto lo que más me gusta, como de todo cocinado siempre de una manera muy sana y disfruto de una excelente salud.
Tengo la suerte de que mi pareja que es un gran atleta le encanta todo y no solo eso además ha notado un cambio muy grande a la hora de hacer un buen entreno o una buena carrera.
Él siempre me dice lo mismo “yo me ocupo de que los dos tengamos unos buenos entrenos para que salgan las marcas y tu de que llevemos una buena alimentación”, y nos va genial!!!.